Saturday, August 15, 2015

Tal vez esto le hubiera dicho señora.

Señora, señora mía; ¿Qué le puedo decir para que no piense mal de este individuo que no supo hacer otra cosa que querer a su unívoca hija?

Por favor señora, si mi conocimiento no es lo suficientemente basto para entender lo que usted piensa, por favor, explíqueselo a este corazón que no ha podido dejar de querer a ese ser que usted sufrió la gran alegría de darle vida. Por favor señora, entiéndame, entienda a este joven que solamente supo amar, entienda que yo solo buscaba un poco del amor, cariño, aprecio, admiración, respeto, etc., que su hermosa e inigualable hija puede crear. Yo nunca busqué separarla de sus brazos, nunca busqué quitársela, nunca traté de despegarla de las alas que usted utiliza para protegerla. 

Mis intenciones nunca fueron malas, ¡nunca! De verdad señora, yo siempre quise ser un hombre apegado a una mujer de tal manera que este primero solo exista para servir al último. Por favor señora, no mal interprete este mensaje porque fue escrito con las últimas gotas de dignidad y amor que puede entregar este corazón herido. 

Señora, por favor, le ruego, le imploro que el amor que producía este pequeño hombre no lo ofenda diciendo que era algo malo porque le puedo asegurar que su hija fue amada por un cariño tan puro que es imposible de describir. Por favor, se lo suplico; perdóneme si en algo le falle, si en algo no le agradé pero entienda que solo buscaba la felicidad de esa mujer que tal vez nosotros queremos de distinta forma pero la amamos como a nadie. 

Señora mía, no piense que yo de usted tengo un mal concepto y aunque lo tuviera creo que no importaría; pero aún así, no hay espacio en el alma de este pequeño como guardar tan impuro sentimiento. Al contrario, mi estima, admiración y respeto siempre fueron suyos al igual que para cada miembro de su familia. No sé como terminar esto y mucho menos sabiendo que usted nunca lo verá; solo sé que en este momento ya no quiero vivir, porque la vida me arrebató el más puro sentimiento que jamás había creado, porque la vida me quitó el amor más sincero que nunca había sentido, porque la vida me quitó a su irrepetible hija. Discúlpeme señora por haber entrado a su vida pero mis intenciones, como ya lo dije, siempre fueron el de querer, servir y amar a su hija.