Thursday, April 9, 2015

Something New

Muchas veces permanecemos con un pensamiento continuo; es decir, pensamos que viviendo de la forma en que vivimos es lo mejor y nada puede ser mejor. Tal vez así lo sea pero no por las cosas que tenemos sino por las personas que están a nuestro alrededor. Cuando tenemos el "infortunio" de separarnos de alguien que posiblemente nos haga daño pero que no queremos aceptarlo sentimos que nunca más volveremos a sentirnos igual, decimos que nunca más volveremos a querer a alguien más que no sea esa persona y ahí está nuestro principal error, ¿por qué? Porque el "nunca más" tiene un valor incontable, es decir, llegas al "nunca más" cuando falleces, cuando tu alma ha pasado a otro mundo. Somos demasiado extremistas cuando decimos nunca más y me incluyo en ello porque pensé que <<nunca más>> iba a querer a alguien como lo hice pero, siendo sinceros, me di cuenta que lo "nuevo" trae consigo muchísimas ventajas. 

Fue hasta hace unos meses que conocí a alguien que cambió mi concepto de vivir porque (tal vez suene un poco depresivo o inclusive lastimoso) la filosofía que esa persona creó en mí fue el de servirle las 24 horas del día, los siete días de la semana. Pensé que <<nunca más>> llegaría a querer a una persona diferente, una persona que no fuera esa persona que en su momento me atrapó en sus garras pero, no fue así. Me acostumbré tanto al "amor" que le tenía a la persona del pasado que simplemente no podía percatarme de las demás maravillas que ha creado Dios (me refiero a las mujeres). 

Nunca imaginé que volvería a querer a alguien y mucho menos de la magnitud como lo estoy haciendo y es que en realidad, si la vida fuera un vector, ella, esa persona que me cautivó con sus hermosos ojos, con su perfecta figura, con su cautivadora voz cambió mi sentido. Se han producido problemas, combatido traumas, estudiado cosas que se habían dejado en el pasado e inclusive se han producido planes que nunca antes había realizado en el pasado. Y es que ella me ha inspirado lo suficiente como para quererla de una manera distinta y tal vez esa es la razón por la que he vuelto a querer a alguien, tal vez esa fue la razón por la que no puedo ver a otra mujer con los mismos ojos con los que la miro. Es increíble la forma en que me hace sentir con el simple hecho de estar junto a ella! A decir verdad, las cosas que he hecho con ella o para ella han sido con el mayor de los cariños. ¿Y qué fue lo que tuve que hacer para que esto se generara? Simplemente "apagué" mi cerebro, dejé de pensar en mi pasado, dejé de pensar en el cariño que le tuve a una persona que nunca me hizo sentir de la forma como lo hago en estos momentos y tal vez eso también tenga mucho que ver; el hecho de ser correspondido es un factor extremadamente importante, dejé de ver como constante a una persona y la convertí en variable y comencé a ver como constante a una persona que día con día estoy integrando (cabe mencionar que lo que surge de la integración infinita de una constante es un polinomio de orden "n"), estoy haciendo que el cariño que le tengo crezca de una manera (no quiero decir exponencial pero como quiera lo haré) exponencial y espero que así siga siendo. 


Por eso es que lo nuevo tiene muchísimas ventajas, pero tenemos miedo a conocerlo porque no sabemos que habrá del otro lado, siempre tendemos a pensar en lo peor, en lo malo, en el error, pero siempre debemos de darle algo de confianza a la incertidumbre que significa felicidad, confianza, cariño, amor, respeto, responsabilidad, equidad, empatía, etc. Si todos fuéramos lo suficientemente valientes para deshacer el miedo que le tenemos a un mundo nuevo estoy casi seguro que todos seríamos felices al igual como lo estoy siendo yo. Debemos de ser necios con esa felicidad y luchar para que nunca se acabe, luchar de la manera más sana y correcta que podamos encontrar porque solo así tal vez comencemos a vivir el verdadero significado de la vida. Sé necio, pero solo de una manera saludable, con el fin u objetivo de estar con esa persona que haya cambiado el sentido de tu vida y quiérela como si no haya nadie más en esta vida a quien querer. 

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